Combustibles alternativos

En TDRJOBS nos gusta cuidar de nuestro planeta, por eso te traemos esta información acerca del reto de reducir drásticamente las emisiones de carbono para mitigar los efectos del cambio climático y para ello la industria del transporte ha diseñado vehículos que funcionan con otros tipos de energía. A día de hoy se realizan estudios con diferentes métodos pero los principales son los siguientes:

1. GNP (Gas natural licuado de petróleo)

El GLP, o gas licuado de petróleo, es una mezcla de propano y de butano. La proporción de ambos gases varía en función del país y del tipo de vehículo. Los vehículos a GLP son similares a sus equivalentes de gasolina, pero difieren en los sistemas de almacenamiento y alimentación de combustible al motor. El GLP es un gas en condiciones normales de presión, pero se licua al someterlo a una presión relativamente baja (unos 10 bares). El almacenamiento del  GLP  en  los  vehículos se  hace en estado líquido, aunque su combustión en el motor se realiza en estado gaseoso.

2. Gas Natural

El gas natural usado en la automoción está compuesto, mayoritariamente, por metano y es el mismo gas que el de la red de suministro con el que está familiarizada la mayoría de  la  gente  para  su  uso  doméstico  en  cocinas  y  calefacción.  Concretamente,  se compone de entre 83 y 98% de metano (según la procedencia), junto con otros gases, como  son  etano,  propano  y butano, principalmente.

El gas natural es un  combustible fósil  extraído  de  yacimientos  que  no  en  todos  los  casos  están  asociados  a los  del petróleo. Es la energía de origen fósil que plantea el menor impacto ambiental, tanto por las propias características del producto, como por las tecnologías disponibles para su utilización.  La mayoría de los vehículos a gas natural (VGN) funcionan con motores de combustión interna de encendido provocado con bujías (aunque los modelos de doble combustible emplean motores diésel) y son similares a los vehículos a gasolina, difiriendo de estos en los mecanismos de almacenamiento y alimentación del combustible.

Dado que el gas natural no se licua por compresión, tiene que almacenarse en los vehículos como gas natural comprimido a alta presión (GNC), normalmente a 200 bares, o como gas natural licuado (GNL) por debajo de -160ºC. El GNL puede ser más ventajoso en aquellos casos en que se necesite mayor autonomía en el vehículo y se disponga del combustible en esta fase líquida.

3. Biocarburantes

Combustibles producidos a partir de la biomasa y que son considerados, por tanto, una  energía renovable.

  • Biodiesel: El  biodiesel  puede  emplearse  como  combustible  único  sustituyendo  al  gasóleo  por completo o puede mezclarse con él en distintas proporciones en motores de encendido provocado (MEP) o diésel. Lo más frecuente es mezclarlo con gasóleo, siendo la mezcla habitual de un 5% de biodiésel y 95% de gasóleo.
  • Bioetanol: Actualmente, Brasil y los EE.UU son los mayores productores del mundo de bioetanol como  combustible  de  automoción,  con  la  caña  de  azúcar  y  el  maíz  como  materias  primas, respectivamente. En Europa, el bioetanol se produce principalmente a partir de la remolacha azucarera o el trigo. España, Polonia y Francia dominan el sector europeo  del bioetanol. Otros países como Suecia, Austria y Alemania, también participan de la  producción europea de bioetanol. El bioetanol se fabrica mediante la fermentación del azúcar, del almidón o de la celulosa. El  bioetanol  puede  emplearse  mezclado  con  gasolina  en  una  proporción  de  5%  de  bioetanol  y  95% de gasolina,  no  siendo  necesaria  la modificación  del motor.

4. Eléctricos

Los vehículos eléctricos, al no tener emisiones atmosféricas en el punto de uso, son una  alternativa a los vehículos de motor de combustión muy atractiva para zonas urbanas  de  mucho  tráfico,  donde  la  calidad  del  aire  entraña  problemas  de  salud. Las  baterías son el sistema de almacenamiento de la energía en los vehículos eléctricos, lo que equivale  al  combustible  en  vehículos con  motor  de  combustión.  Hasta  el momento, las baterías presentan el inconveniente de su gran peso y baja autonomía. Existen 4 tipos de baterías dependiendo de su composición: de plomo-ácido, de níquel-cadmio, de níquel-metal-hidruro y de litio. 

5. Hidrógeno

El  hidrógeno  como  combustible  en  la  automoción  tiene dos aplicaciones:  las  pilas de combustible y los motores de combustión interna alternativos. En ambas aplicaciones este combustible se combina con el oxígeno, generando electricidad en el caso de las pilas de combustible y energía mecánica en el caso de los motores térmicos, emitiendo a la  atmósfera  en  ambos  casos únicamente vapor  de  agua,  lo  que  implica  grandes beneficios  medioambientales.  

 

Fuente: Ministerio español de transportes, movilidad y agenda urbana. MITMA